Jugó en la Selección Argentina 7 partidos mientras fue jugador de Boca Juniors, desde el 29/03/1950 ante Paraguay (4 a 0).
Imponía respeto con su estilo de marcar, que se hacía sentir.
Arriesgado, espectacular cuando se tiraba a los pies para quitar, era impasable de abajo.
En 1953 fue elegido el mejor back del mundo, cuando Boca hizo una gira por el continente europeo.
En el partido ante Ferro del torneo del 54', se abrió la cabeza en un choque y para no salir (porque no había cambios) pasó a jugar de wing, pero el partido se complicó y el DT Ernesto Lazzatti lo mandó a volver a su puesto, y así, sangrando y con la cabeza con vendas, aguantó todo el partido.