Sánchez siguió los estudios de farmacia, que desde 1894 en la ciudad de Buenos Aires seguían un plan de estudios propuestos por la Sociedad Nacional de Farmacia por iniciativa del farmacéutico Carlos Murry.
Tras recibirse de farmacéutico abrió un pequeño negocio del ramo en el barrio Villa Ortúzar, en condiciones sumamente precarias.
Con el apoyo del doctor Osvaldo Loudet el proyecto prosperó y fue aprobado el 28 de noviembre de 1919.
Escribió libros de la materia que le merecieron un premio en 1924 y elogiosos comentarios de sus pares.
Designado consejero por los períodos 1926, 1927, 1935 y 1936, y delegado al Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires en 1943, continuó introduciendo mejoras en la carrera.