Juan Álvarez (oidor)
Desde el primer momento se mostró escandaloso, liviano y rebelde.Pero en el curso del viaje por mar, a la altura de Tumbes, el virrey lo convenció para que lo dejara libre; otra versión dice que sobornó a Álvarez con una codiciada esmeralda.Juntos desembarcaron en Tumbes, iniciando entonces la campaña contra Gonzalo Pizarro, que ya había ocupado Lima donde fue proclamado Gobernador del Perú por el resto de los oidores.Caído del caballo, fue tomado prisionero y conducido a Quito.Sin sospechar nada, Álvarez asistió, pero a la mitad del convite se retiró con síntomas de envenenamiento.