Algunos autores han especulado que se añadió el sobrenombre de Migash del griego Μέγας, equivalente a grande o importante.
Su abuelo, Yoseph ibn Migash (Yoseph llevaba el mismo nombre que su abuelo, tradición habitual del pueblo judío) era también rabino y tuvo un papel muy importante en la corte real de la taifa de Granada.
Estrechó relaciones con los rabinos de Provenza, con quienes mantuvo gran correspondencia epistolar.
Incluso escribió poesía y un comentario talmúdico el cual es citado por varios Rishonim.
Esperaban que contestara que quien recopila y copia responsa sin conocer las fuentes originales no puede ser tan confiable como quien conoce de primera mano el Talmud, pero, para su sorpresa, Yoseph consideró que quien confía en la responsa está en mejor posición que quienes confían solamente en su propia interpretación personal del Talmud, porque quienes confían solamente en sí mismos son menos confiables y están más expuestos al error.