[1] Terray, un sacerdote fue nombrado consejero eclesiástico en el Parlamento de París en 1736, especializándose en asuntos financieros.
Su primer desafió llegó al año siguiente cuando ayudó a echar abajo al ministro de asuntos exteriores, Étienne François, duc de Choiseul[2] demostrando que el gobierno no podía costear una guerra contra Gran Bretaña.
Terray trabajó los siguientes años estabilizando las finanzas del país rechazando parte de la deuda nacional, suspendiendo pagos de los intereses sobre bonos gubernamentales, y exigiendo tributos y préstamos.
Estas reformas ocasionaron protestas masivas entre los nobles y los comunes, esta situación llevó a Maupeou a eliminar el poder político del Parlamento en 1771 ya que solo así podrían imponer nuevas reformas en lo sucesivo.
Estas medidas tuvieron como consecuencia un gran aumento en los ingresos del gobierno.