Mantuvo una amistad durante toda su vida con Priestley y con el artista Johann Heinrich Füssli, que le llevaron a establecer muchos negocios.
Promovió la discusión abierta de nuevas ideas, particularmente en sus famosas cenas semanales que llegaron a conocerse como «El círculo Johnson».
En su niñez, Liverpool se había convertido en un bullicioso centro urbano y en uno de los más importantes puertos comerciales.
Sin embargo, como editor Johnson realizaba más actividades que la simple venta y distribución de libros, como explica la historiadora Leslie Chard: A medida que el éxito y la reputación de Johnson fueron creciendo, otros editores comenzaron a integrarlo en sus sindicatos, los cuales compartían los riesgos de publicar libros que podían resultar costosos o polémicos mediante numerosas firmas.
Importantes empresas dedicadas a la publicación y numerosos escritores iniciaron su carrera en el club del Chapter Coffee House.
En 1780, Johnson continuó abogando por el Unitarismo y publicó una serie de escritos polémicos en los que Priestley debatía su legitimidad.
Estos escritos no hicieron millonario a Johnson, sino que se convinieron en su filosofía del libre debate y de tolerancia religiosa.
[35] Sin embargo, como escribe Helen Braithwaite en su estudio sobre Johnson, «sus oponentes veían también su actitud pluralista ilustrada como una actitud inherentemente permisiva, que abría la puerta a toda suerte de cuestiones insalubres y al escepticismo, en conflicto con las estables virtudes de la religión y la autoridad establecida».
[40] Johnson no solía reproducir los textos coloniales con sus vínculos en la revolución, sino que estos fueron difundidos principalmente a través de disidentes.
Esta fue una publicación riesgosa para Johnson, porque Dr. James's Fever Powder era muy popular y el editor del libro, John Newbery, había cosechado su fortuna vendiéndolo.
[50] Durante la década de 1780, Johnson alcanzó el éxito: le fue bien económicamente y su empresa publicó más libros asociándose con otras.
Chard hace hincapié en que «no se reunían para hablar de liberalismo político, sino por un interés común en sus ideas, en la investigación libre, y en la expresión creativa en diversos campos».
Después, más radicales se unieron, incluyendo a Wollstonecraft, Wakefield, John Horne Tooke, y Thomas Christie.
Johnson no era un editor populista o democrático: se focalizaba en trabajar para la clase media autodidacta.
Dos semanas después, Wollstonecraft le respondió a Burke con su obra Vindicación de los derechos del hombre.
[82] Muchos otros se fueron uniendo a las réplicas y Johnson permaneció en el ojo de la tormenta.
Según Braithwaite, Johnson publicó o vendió aproximadamente la cuarta parte de las obras en las cuales se les respondía a Burke durante el próximo año.
[84] Pese a esto, cuando Paine también fue arrestado, Johnson colaboró recaudando fondos para liberarlo y esconderlo de las autoridades.
[90] Según Braithwaite, The Temple of Nature era Zoonomia en verso y «con un punto de vista muy materialista con respecto al universo».
Aparentemente eran buenos amigos, ya que Coleridge le confió sus libros, dejándolos en la tienda de Johnson mientras viajaba por Europa.
Fuseli lo alentó a publicar traducciones de autores alemanes nuevos e importantes, tales como Goethe y Schiller.
Tyson lo llama «el periódico más abierto de su época»,[99] pero Chard argumenta que «nunca fue particularmente estridente ni radical».
En comparación con los anteriores periódicos de Johnson, los cuales por lo general eran «esfuerzos marginales», el Analytical Review fue muy popular.
Con 1500 copias por edición, no tuvo la circulación del Gentleman's Magazine, el cual promedió 4550, pero fue influyente a pesar de su público más limitado.
[102] Con el comienzo de la violencia y del Reinado del Terror (1793-94), los británicos que inicialmente habían apoyado la Revolución francesa comenzaron a revaluar su posición y el gobierno fue preocupándose más por la posibilidad de una revolución británica similar a la francesa.
[109] Aunque ya no participaba activamente en la rutina del negocio, Johnson aún estaba interesado en los eventos políticos.
También publicó ocasionalmente obras de nuevos autores reconocidos, tales como el economista político Thomas Malthus, cuyo libro Essay on the Principle of Population (1798) propulsó un largo debate entre idealistas y pragmatistas.
Su énfasis en los libros educativos continuó o incluso se incrementó a medida que su interés en publicar obras políticas polémicas disminuía.
[120] Johnson fue reconocido por haber fomentado el desarrollo de nuevos escritores preocupándose por incrementar sus beneficios, y por imprimir sus obras en principio, sabiendo incluso si tendrían poco éxito.
Su amigo John Aikin explicó que tenía «una aversión hacia todo tipo de soberbia y ostentación».