José Puig y Llagostera

Josep tuvo que regresar urgentemente desde Inglaterra para ponerse al frente de la fábrica, viéndose obligado en 1866 y 1867 a vender el algodón con pérdidas y a admitir nuevos socios, procedentes del mundo de la banca.Emprendedor, al tanto de las novedades técnicas que le permitiesen modernizar sus fábricas, probablemente francmasón y compartiendo ideas de los saint-simonianos, como la fe en la ciencia y el progreso industrial ligado a la máquina y al ferrocarril, además de algo excéntrico, acogió la Revolución gloriosa con expectación.En defensa de sus intereses, en buena parte coincidentes con los defendidos por los sectores proteccionistas y en todo caso contrarios al librecambismo del ministro Laureano Figuerola, dio el salto a la política.[3]​ Diciéndose «avezado desde niño a un grande amor al trabajo y a un gran desprecio por la política», fechó el 18 de octubre de 1868 un folleto titulado Cortar por lo sano.[6]​ Con la Restauración fue elegido diputado por Villafranca del Panadés sin soporte de los partidos políticos y con el único apoyo del diputado Antonio Sedó, a quien puso al frente de su empresa.
Retrato de José Puig y Llagostera, xilografía de Capuz por dibujo de García. La Ilustración Española y Americana , año XIV, n.º 9, 25 de abril de 1870.