Josep Miralles

Simultáneamente trabajaba en una notaría, haciendo de escribiente para pagarse los estudios.Durante cuatro años regió la diócesis, creando el Consejo Superior Diocesano y el Monte de Piedad del Clero Barcelonés.Durante su gobierno impulsó la Acción Católica y apoyó el Colegio Internacional Luliano, dirigió varias revistas católicas y el Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana.Al estallar la sublevación militar de 1936, la isla pasó rápidamente a control del bando sublevado y el obispo Miralles tuvo que hacer esfuerzos para mantener su posición.Se abstuvo tanto como pudo de alabar al llamado «Movimiento Nacional» pero también contemporizó con el régimen franquista.