Josep Coll

Se inició en el tebeo hacia 1948, en revistas como Pocholo, Chispa, Mundo Infantil, PBT, Nicolás, KKO y La Risa.En las páginas de TBO, Coll se especializó en historietas sin personajes fijos, protagonizadas por arquetipos como el vagabundo, el náufrago, el caníbal, el motorista, el cazador y los porteadores africanos, etc. A menudo prescindía de los diálogos para la realización de sus historietas, que solían ser breves y de argumento sencillo y esquemático, que terminaba siempre con el fracaso del protagonista.[1]​ Además de para TBO, trabajó para otras revistas, en español y en catalán, como La Risa, Álex, Tururut o L'Infantil (para la que creó una de sus poquísimas series con personajes fijos: En Bufa i en Pumpun).Aunque pueda parecer increíble, a pesar de la fama conseguida por el autor, ganaba más en la construcción que dibujando sus historietas.[2]​ En los años 80, gracias sobre todo a la revista Cairo y a su editor Joan Navarro, se recuperó el trabajo de Coll, llegando a editarse una antología, De Coll a Coll (1984) y recibiendo múltiples homenajes.