Josefina Lerena Acevedo de Blixen

Allí cuestiona por primera vez el rol subordinado de la mujer en la época.

En 1930, invitada por Carlos Quijano, comienza a escribir para El Nacional, donde desarrolla una perspectiva decididamente feminista, defendiendo la independencia de la mujer, realizando reivindicaciones laborales y reclamando por la igualdad de derechos cívicos.

En 1934 publicó su primer libro, titulado A media voz, donde hace reflexiones sobre la vida de su época.

Junto con Cristalizaciones (1940), estos tres libros presentan un estilo marcado por el diálogo interior y la conciencia de la fugacidad del tiempo.

A fines de 1948 publica Contraluz, un libro en el que cuenta sus memorias de la infancia, y en 1955 publica otra biografía: Alto camino.