Josef Škvorecký

Su estilo de prosa, abierto e improvisado, fue una innovación, pero esto y sus ideales democráticos supusieron un desafío para el régimen comunista.El sello se convirtió en un importante portavoz de escritores disidentes como Václav Havel, Milan Kundera y Ludvík Vaculík, entre muchos otros.[9]​Hasta 1993, año en el que Skvorecký decidió cerrar la editorial, ya se habían publicado 238 títulos.[9]​ En 1990, el presidente de la Checoslovaquia poscomunista, Václav Havel, les concedió la Orden del León Blanco por su contribución a la crítica literaria.En Canadá se le considera un autor canadiense a pesar de que publica sobre todo en checo.