[1] Es conocido especialmente por haber sido defensor de la heroína granadina Mariana Pineda.
Con ella tuvo una hija, Luisa de la Peña y Pineda, nacida en 1829 y fallecida en 1854, que acogió tras la muerte de Mariana, reconoció mediante escritura pública en 1846 y nombró única heredera en su testamento otorgado en 1853.
Ejerció como abogado en Granada hasta 1823 y fue reconocido como un eminente jurisconsulto.
Fue diputado por Córdoba en las Cortes constituyentes que revisaron el Estatuto real y diputado por Málaga en las siguientes elecciones a Cortes.
Protagonizó la defensa de Mariana Pineda e incluso llegar a ser su biógrafo.