Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal, después, se trasladó a la Ciudad de México para ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria.
Comenzó a cursar la licenciatura en Derecho, pero abandonó la carrera para dedicarse al periodismo.
Con la ayuda de Luis G. Urbina, colaboró con El Mundo Ilustrado, la Revista Moderna y El Imparcial.
En 1917, colaboró con Rafael Alducin, siendo miembro fundador del periódico Excélsior, llegando a ser director del mismo —así como de El Universal Gráfico—, de 1940 a 1945.
En 1944 fue director del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía.