Corría mensualmente de Horcasitas al sur y se presenciaba en Baroyeca, Álamos, El Fuerte, Culiacán y Rosario.
Trasladándose a marchas forzadas hacia la Ciudad de México enfermó gravemente en la travesía.
En Veracruz el virrey Agustín Ahumada y Villalón, marqués de las Amarillas, le confío la inspección de Nuevo Santander en 1757.
Esta misión significó un avance para el conocimiento geográfico del seno mexicano (existen descripciones extensas de parajes, pueblos y misiones).
Los planes para la apertura del puerto, que impulsaba Escandón y los ganaderos y comerciantes de Nuevo Santander, amenazaba seriamente la estabilidad del monopolio que ejercían los almaceneros de México a través del puerto de Veracruz.