En los siguientes asaltos, la pelea estuvo llena de acción con ambos peleadores intercambiando golpes a corta distancia.
Uzcátegui fue descalificado por el árbitro y Dirrell fue proclamado ganador.
Más tarde, el presidente de la FIB, Daryl Peoples, dijo que, aunque la comisión de Maryland estuvo de acuerdo con la decisión del árbitro (Bill Clancy), él cometió varios errores en su manejo del combate y, por lo tanto, la FIB ordenó una revancha inmediata.
Peoples dijo en ese momento, en parte: "El árbitro dejó claro que había considerado el golpe a Dirrell después de la campana como 'ilegal'.
Si el árbitro hubiera determinado que el golpe 'ilegal' fue accidental, el combate habría resultado en una decisión técnica a favor de José Uzcátegui, quien estaba adelante en las tarjetas de los jueces después de ocho asaltos puntuados.