Se inició en el cine con sus tres hermanos, Pedro, Ángel y Víctor, como especialista, por su habilidad para hacer acrobacias sobre los caballos, y fue uno de los precursores del volteo en España junto a sus hermanos, entrenados en el barrio del Cajón y Valdevivar, de Madrid.
Aunque casi siempre de extra y sin acreditar, trabajó en otras películas importantes.
Su caballo preferido era Quinito, que era uno de los más cotizados del cine por sus derribos.
Como especialista, José Terrón se retiró al Castillo Conde de Alfaz.
Siguieron sus pasos su hijo José Terrón, como especialista de acción y caballero medieval, y su nieto Cristian Terrón, que también trabaja en ese castillo actuando como Robin Hood.