José Palomino
José fue un niño prodigio que también se formó como violinista con su padre y estudió Composición con Antonio Rodríguez de Hita.Permanecería en la capilla real sin incidentes, hasta 1774, cuando tuvo que emigrar a Lisboa por problemas familiares.[2][3] Mientras tanto, el hermano Pedro y el padre Francisco Mariano habían conseguido, tras varios intentos, asociarse a la Catedral de Canarias.[2][3] La música vocal de Palomino se caracteriza por ser poco polifónica y centrarse en la melodía.Esta última, un motete, la única obra religiosa de Palomino que ha sobrevivido.