[1] Intermezzo o intermedio eran términos utilizados a veces para designar las obras teatrales ligeras que se intercalan entre los actos de las comedias renacentistas.
[3] En el siglo XVIII el intermezzo pasó a denominarse entr’acte y era un interludio operístico cómico que se intercalaba entre los actos o escenas de una ópera seria.
En este aspecto, eran el reverso del intermezzo renacentista, que solía tener un tema mitológico o pastoral como contraste con una obra cómica principal.
En la música del siglo XIX este género adquirió otro significado: una pieza instrumental que, o bien era un movimiento entre otras dos de una obra mayor, o bien una pieza de carácter que podía valer por sí misma.
Se presentaban diferentes actuaciones usualmente de opera, música y en algunas ocasiones danza.
Se convirtieron en una nueva categoría en el arte, espacios que situaban los diferentes festines o fiestas como inacabables.
Continuado por un movimiento cultural donde en Italia se consideraba el no bailar bien como un detrimento cultural obligando a que los maestros de ballet del siglo XV buscaran crear danzas para grandes oportunidades como lo fueran las victorias políticas, alianzas políticas y bodas.
Los intermezzi mejor conocidos como, los interludios del siglo XV, fueron apoyados en la estética antigua y teorías de humanistas.
Por lo tanto, posteriormente tuvieron su propia puesta en escena aunque fueran con temas mitológicos que requerían más elaboración.