Allí demostró tener sobradas aptitudes para la danza, y sus acelerados progresos le permitieron continuar en esa actividad y ser aceptado en la Escuela de baile del Teatro Colón de (Buenos Aires, Argentina, donde tuvo como docente a Gema Castillo.
Fue tal el crecimiento en su carrera que le posibilitó acceder a ser el primer bailarín del cuerpo estable del ballet clásico de dicho teatro.
A partir de entonces comenzó una carrera interesante y ascendente, actuando en diversos escenarios nacionales e internacionales con gran aceptación del público.
Cuando por razones artísticas se trasladaba en avión junto al cuerpo estable de baile del Teatro Colón, la aeronave se precipitó a las aguas del Río de la Plata, ocasionándole la muerte a él y a todos sus compañeros.
Fallecieron junto a él los siguientes integrantes del cuerpo de ballet del Teatro Colón: Norma Fontenla (primera bailarina), Antonio Zambrana, Carlos Santamarina, Carlos Schiaffino, Margarita Fernández, Martha Raspanti, Rubén Estanga y Sara Bochkovsky.