[3] Su madre era la habanera María Dolores de Abárzuza Saris.
[2][3] Estuvo casado con Francisca Maroto y Polo.
[3] Muy aficionado al arte, se hizo construir en el municipio madrileño de Torrelodones el llamado palacio del Canto del Pico.
[5] Pese a su filantropía también fue conocido por sus artimañas que bajo diplomacia y donaciones acababan con la sustracción y espolio de arte para su venta más adelante[6][7].
[8] En 2021, José María de Palacio y Abárzuza, tercer conde de las Almenas, y el palacio del Canto del Pico fueron llevados a la literatura en la novela Los prodigios de Gillingham[9], de José Francisco Rodil Lombardía, publicada por Velasco Ediciones.