Reconocido en la ciudad de Granada por sus viñetas humorísticas en el periódico Ideal y por personajes como «El gato y la mosca», «Chiquito del sarampón» o «La Pepa, mujer de grandes proporciones».
Su afición era tal que en una ocasión, de pequeño, no quiso lavarse las manos durante varios días porque estrechó las del famoso torero Juan Belmonte.
En su familia nunca hubo antecedentes artísticos, si bien su madre en su juventud dio clases de pintura y trabajos al carbón.
Miranda, como se le conocía, desde muy joven comenzó a colaborar en revistas granadínas y nacionales, con lo que recibió varios premios.
Hasta su muerte en 1971 colaboró en la tira cómica del periódico Ideal de Granada.