A comienzos de la década de 1970 se desempeñó como adjunto en la dirección de varios largometrajes, hasta que en 1975 logró dirigir su primera película, adaptando la novela Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa y junto al propio escritor, a quien había conocido en 1958 en París.
[2] Gutiérrez alcanzaría el éxito con su segundo largometraje, ¡Arriba Hazaña!
(1978), protagonizada por Fernando Fernán Gómez, José Sacristán y Héctor Alterio.
También filmó dos comedias representativas de la cinematografía española del momento: Pepe, no me des tormento (1981) y Los autonómicos (1982), la primera con Emilio Gutiérrez Caba y Cecilia Roth y la segunda con Antonio Ozores, Juanito Navarro y Rafaela Aparicio, entre otros.
Posteriormente, Gutiérrez Santos se volcó a las series y los documentales, destacando su adaptación a la televisión de "El obispo leproso" (1990), novela original de Gabriel Miró.