José María Gárate Córdoba

Fue requeté, luego falangista y después Alférez provisional durante la guerra civil española en el bando nacional.[2]​ Tras la guerra civil se incorporó al ejército como militar profesional y alcanzó la categoría de capitán con 24 años.Docente en dos Academias militares y miembro del CESEDEN,[3]​ su labor más reconocida está vinculada al Servicio Histórico Militar.En 1955 se interesó por el proceso de canonización del Cid Campeador promovido por el rey Felipe II y reveló la importancia que tuvieron las gestiones e informes de Diego Hurtado de Mendoza.[4]​ Del resto de su abundante obra como antólogo, periodista y ocasional autor literario, destacan especialmente sus memorias sobre la Guerra Civil, tituladas Mil días de fuego.