En 1835 fue nombrado gobernador interino de ese estado por el congreso local.
Sin embargo, solo mantuvo su gobernación hasta el 24 del mismo mes ya que firmó un decreto que permitía al Ejecutivo del Estado la venta de grandes porciones de tierra.
El objetivo de la venta era la obtención del capital necesario para solucionar la escasez económica en la que, por aquel entonces, se encontraban los fondos públicos.
Cantú, sin embargo, tuvo que enfrentarse al rechazo del comandante general de los Estados Internos de Oriente, Martín Perfecto de Cos, a su decisión, por lo que este no permitió que el decreto se llevara a cabo.
Así, Cantú abandonó su cargo de gobernador, siendo reemplazado por Ramón Muzquiz.