En esos años, Aricó colaborará con traducciones[2] del pensador italiano para las ediciones que preparaba Agosti.
Producto de esa iniciativa, y la política que expresaba, es expulsado del Partido Comunista.
Sin embargo, continuará con su participación política activa pero más cerca de la floreciente nueva izquierda, que iba desde Wright Mills al guevarismo y el maoismo.
Exiliado en México desde el golpe de 1976, dirige la Biblioteca del Pensamiento Socialista, donde desarrolla una importante labor editorial que le valió gran reconocimiento al dar a conocer, en muchos casos por primera vez en español, obras de teóricos como Bauer, Kautsky, Bernstein, Grossmann, y del mismo Marx.
A su vuelta, junto con sus amigos Juan Carlos Portantiero y Jorge Tula fundan en Buenos Aires la revista La Ciudad Futura y el Club de Cultura Socialista, que desde su muerte lleva su nombre.