José María Álvarez de Sotomayor

Ingresa en la Academia Militar de Toledo, pero apenas permanece en ella dos o tres meses.

Cuando se encuentra sometido a la férrea disciplina del Ejército, se da cuenta de que ese no es su camino y abandona Toledo poco antes de que finalice el siglo.

Viven primero en la plaza de la Constitución, número 15, donde nace el único hijo, Pedro José.

Allí escribía y recibía a los amigos con los que charlaba hasta la madrugada.

En su primera época, solía llevar un “fez” (Tarbush) con la media luna, levita, fajín morado y calzado con pantuflas, como puede verse en alguna fotografía (18).

Esto enlaza con su gusto por lo árabe, característico de su primera etapa poética.

En 1913 ya ha publicado Mi Terrera, su primer libro, con el seudónimo de Abén Ozan el-Jaráx.

Llegó hasta tal punto su afición por esta cultura islámica que, siendo accidentalmente secretario del Juzgado Municipal, no cobraba nada a las personas que inscribían a sus hijos con un nombre árabe.

Ante este conflicto, Sotomayor sostiene una postura ambigua, mientras el país se divide entre aliadófilos y germanófilos.

Por un lado, como Kalifa, declara «la neutralidad armada»; por otro, como poeta, compone versos como el soneto, titulado «Del Combate».

Durante este año sufre persecución en Cuevas a causa de su poema al Batallón Floral por parte de jóvenes falangistas que arrojan su retrato desde el balcón del Ayuntamiento y simulan su ahorcamiento en la plaza, delante del Ayuntamiento.

En 1947 publica, también en Madrid, su Romancero del Almanzora, que es recibido elogiosamente por la crítica local y alguna nacional.

Gran parte de su obra fue dedicada a su "patria chica" Almería.

¡Que más que fértiles tierras, abundan agrestes sierras de su Canto a Almería.