En 1695 fue síndico a tributar y posteriormente consejero real del Consejo Supremo de Aragón.[2][1][3] En su nombramiento, la Diputación del Reino decidió aumentar los controles sobre los cronistas, posiblemente debido a la experiencia con Dormer.Además, en una época de crisis causada por el fallecimiento de Carlos II sin heredero directo, aumentaban el control del contenido producido por los cronistas:[3] Sus Anales tratan los años 1540 a 1558.[1] El conde de la Viñaza expresó su admiración por la extensión y la concisión del trabajo realizado por Panzano en solo tres meses.El Santo Oficio no estuvo completamente de acuerdo con lo expresado y prohibió la obra.