José Luis Bello y Zetina

Último descendiente de una distinguida familia veracruzana establecida en Puebla, como hijo único y heredero, sin hijos y viudo, buscó su realización en la filantropía legando su colección de objetos de arte así como el edificio que la alberga y hoy constituyen el núcleo del museo que lleva su nombre en la misma ciudad de Puebla.

Otra parte de la herencia de don José Luis la recibió su hijo Mariano Bello y Acedo quien al igual que su sobrino José Luis dejarían sus colecciones y bienes inmuebles para beneplácito de la sociedad poblana.

Hizo sus primeros estudios en el Colegio particular de José María Calderon y de Abel Zalazar para después pasar al colegio católico del Sagrado Corazón y después al Colegio del Estado, actualmente la UAP.

Entre las piezas más importantes del museo destacan algunas obras de pinturas de Miguel Cabrera, Francisco Morales Van den Eyden, Agustín Arrieta y pinturas de las escuelas flamenca, francesa, italiana, holandesa, alemana y mexicana.

Al donar su galería pictórica y museo constituyó, para su conservación, un patronato formado por los señores Basilio Sánchez, Miguel Quijano, José Azomoza, Enrique Pérez Benítez y Rafael Abascal.