Fue el primer deportista salmantino en participar en unos Juegos Olímpicos (Roma 1960).
Fue campeón de España de 100 y 200 metros y campeón universitario en esas mismas disciplinas, de las que fue plusmarquista nacional absoluto varias veces, con unas últimos registros de 10,5 y 21,6 segundos, respectivamente.
Además, representó a España en encuentros internacionales, Juegos Mediterráneos (Beirut 1959) e Iberoamericanos (Chile 1960 y Madrid 1962).
Después de su retirada en 1963, dedicó toda su vida profesional al deporte español, participando activamente en la larga planificación que tuvo como consecuencia los éxitos cosechados desde los Juegos de Barcelona 92.
Su primer empleo lo desarrolló en la Delegación Nacional de Deportes (desde 1977 Consejo Superior de Deportes (CSD)), compaginando su labor con la práctica del atletismo durante los primeros años.