Por varios años, será jefe del servicio de las capellanías militares, institución que ayuda a organizar.[1] Durante su episcopado, se concretaron las negociaciones que llevaron a la firma del convenio entre el Gobierno venezolano y la Santa Sede, que determina en la actualidad las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado venezolano.José Alí Lebrún Moratinos, como Administrador Apostólico y Arzobispo Coadjutor, pudiendo sucederlo.Admirador del Libertador, Simón Bolívar, los discursos del Cardenal Quintero, frecuentemente tuvieron al Héroe Nacional Venezolano, como constante, ya fuese como alusión o en honor al personaje.Entre sus más importantes discursos se encuentran los que pronunció en Mérida con ocasión del centenario de la muerte del Libertador (diciembre 1830): Bolívar magistrado católico y Ante la tumba de Bolívar.El Gobierno del estado Mérida publicó, en 3 volúmenes, la mayoría de sus discursos tanto eclesiásticos como patrióticos.