[1] A Guerrico se le atribuye la creación del barrio porteño de Versalles.
Según la historia popular, Guerrico adquirió aquellas tierras para lotearlas cerrando el negocio mientras se encontraba visitando el Palacio de Versalles, en Francia, mediante contactos telegráficos.
Entonces se le ocurrió nombrar al emprendimiento por el palacio francés ya que «construiremos un nuevo Versalles allí».
Se inauguró la línea B del subterráneo de Buenos Aires, se encaró el ensanche de la avenida Díaz Vélez, la Avenida Leandro N. Alem fue asfaltada.
[1][3] En su gestión, si bien ya había alumbrado eléctrico, decidió terminar con los faroles a alcohol que aún seguían utilizándose, ordenando apagar el último en 1931, que se encontraba en la Avenida del Trabajo —actual Avenida Eva Perón—.