En los Estatutos de esta Iglesia se conserva lo fundamental del dogma católico, pero se hace hincapié en el acercamiento al mensaje originario de Cristo y en la entrega del sacerdote a los demás hasta el extremo que se defiende, entre otros aspectos, la gratuidad en la administración de los sacramentos y se habla de la opcionalidad del celibato sacerdotal.
Por estas ideas, estando la diócesis en sede vacante, el vicario general de la diócesis, D. Godofredo Ros Biosca, le abrió un proceso canónico y el "cura Mora" acabaría retractándose en noviembre de 1871.
Simultáneamente, en el orden político, había sido elegido síndico procurador en las elecciones municipales de 1868 y como tal llevó a cabo diferentes obras públicas en el pueblo: caminos, puentes, la fuente de la plaza y una escuela.
Al ver frustrado su deseo, el Sr. Godínez de Paz levantó contra él una campaña ante las autoridades provinciales y nacionales en la que, por su declarado republicanismo federalista, le acusaba de pretender crear un cantón independiente en la localidad.
El "cura Mora", tras lograr que no hubiese un enfrentamiento armado entre los vecinos y los civiles, logró salir del pueblo; al día siguiente su casa fue saqueada en busca de documentos que probasen la rebelión.