José Francisco García

Los cantores eran Augusto Gothier y Nilda Wilson en tanto García además de dirigir tocaba el violín si bien, más adelante solo llevó la batuta.

[2]​ En 1938 su pianista Juan Carlos Barbará dejó a los Zorros Grises para crear su propia orquesta característica y fue reemplazado por Rodolfo Lozano.

Otros cantores que lo acompañaron en su última época —1945 a 1947— fueron Luján Cardillo, Osvaldo Cordó y Alberto Santillán.

La orquesta fue muy popular en otros países de Sudamérica, especialmente Chile y Colombia donde incluso hizo algunas grabaciones.

[1]​ Dice Otero que la orquesta de García tuvo muy buena línea, tanto para escuchar como para bailar y agrega: Por su parte Pichetti opina que era un conjunto bien disciplinado, perfectamente afiatado que a fines de la década del 30, estaba al nivel de las mejores orquestas de la época y agrega que tocaba con compás bien remarcado e incluía además de las obras vinculadas al tango otros alegres ritmos bailables no tradicionales como corridos, rumbas, boleros, marchas, etcétera, lo que le dio gran aceptación del público y gran popularidad.