Gracias a los contactos de su abuelo, comenzó un periplo por Europa que le llevó a Cádiz, dónde colaboraría con la Revista Médica Gaditana,[2] realizando sus primeras traducciones de la mano del editor gaditano Aberlardo de Carlos, quien había comprado recientemente la imprenta Sucesores de Rivadeneyra.
Durante su estancia en Cádiz, realizaría traducciones de diversas obras en inglés y alemán que se encontraban en la Biblioteca del Casino Gaditano,[4] que quedarían en la biblioteca particular de don Julián Fernández, algunas de las cuales se distribuyeron bajo suscripción entre las colonias extranjeras existentes en la ciudad española.
Labor que continuaría realizando a lo largo de su vida, manteniendo una comunicación directa con los círculos literarios y culturales gaditanos,[5]a las que hacía partícipes de sus lecturas descubiertas en sus viajes.
En 1917, con la entrada de Estados Unidos en la I Guerra Mundial, F. Danza, siguiendo los pasos de su padre, actuaría como médico voluntario en Francia[6]dónde permanecería 3 años más al acabar la guerra.
En 1921 lo encontramos afincado en Suiza desde dónde realizaría diversos viajes por Europa Central y Oriental, que plasmaría en sus libros de viajes y primeras novelas de aventuras, todas editadas manteniendo el anonimato, según refería en su testamento conservado en la parroquia de San Egid: Durante mis años de vida he traducido muchas obras, en los últimos desee plasmar mis propias historias para que otros los disfrutarán.