Se le considera el cerebro del mismo aunque el que asumió el mando fue el general Queipo de Llano.
José Cuesta Monereo era militar de carrera, diplomado en Estado Mayor.
[2] A partir de ese momento, y ya definitivamente en abril-mayo, se convirtió en el "director" de la conspiración militar para Sevilla y su provincia.
Por ejemplo, unos meses después, en septiembre, emitió varias instrucciones para que en la prensa no apareciera información relacionada con la represión que estaban llevando a cabo los sublevados.
[12] Estuvo muy ligado a la ciudad de Sevilla.