José Cabrera Díaz

Por la mala situación económica de la familia no pudo continuar estudios superiores por tenerlos que realizar en la Península.

A su regreso escribió sobre los atropellos cometidos por el Ejército español, por lo que fue condenado y encarcelado.

Colaboró en distintos periódicos, tales como: “El Memorandum”, “El Pueblo”, “La Palestra”, “La Luz”, “El Telégrafo”, “El Orden”, “El Iriarte”, “El Diario de Aviso”, “El Obrero” y otros.

Vuelto a Canarias es nuevamente condenado cuando censura los atropellos de que fue objeto el pueblo tinerfeño y condenado a ocho años de cárcel por su artículo “Militares y Paisanos”.

Emigra nuevamente a Cuba en 1909 y es entonces cuando conoce al señor Andrés Gómez Mena, rico terrateniente y empresario, quien le ofrece un modesto empleo y seguidamente lo asciende a Jefe de Oficinas del Central Azucarero Mercedita, una de las más importantes empresas de su género en Cuba.

Se reúne con sus coterráneos con el objetivo de formar un núcleo numeroso para liberar la patria lejana.

Constituye una agrupación denominada Ateneo Canario con fines artísticos, literarios y culturales.

Fundó el Club “Mercedita” en los terrenos del central azucarero que dirigía.

Bandera a la entrada del Club Mercedita, donde radicaba la revista.