José Berruezo Silvente

Tras el final de la Guerra Civil Española marchó exiliado a Francia donde continuó con su militancia política.

[2]​ Al no encontrar un trabajo aceptable, marchó hacia Camarasa (Lérida), donde la empresa La Canadiense estaba construyendo una presa.

[3]​ Siendo advertido de su inminente detención, decidió huir a Francia, instalándose temporalmente en Marsella.

En 1924, ingresa en el Ateneo Instructivo Colomense y es nombrado secretario del mismo.

[7]​ Tras unos meses de encarcelamiento, fue puesto en libertad sin que se presentaran cargos en su contra.

[12]​ Berruezo, en su camino hacia Francia, se encontró con Boada en Gerona e intentó convencerle de que no regresara a Santa Coloma, pues temía por su vida, pero Boada no siguió su consejo.

Todo debía hacerse en la más absoluta reserva y clandestinidad para evitar que la Gestapo tuviese conocimiento de ello.

[19]​ Su archivo personal se encuentra depositado en el International Institute of Social History (IISH) de Ámsterdam.

Imagen de José Berruezo con sus alumnos en la Escuela del Ateneo de Cultura Social de San Adrián del Besós