En 1918, en compañía de Francisco Pimentel (Job Pim), Leoncio Martínez y José Rafael Pocaterra, funda el diario humorístico «Pitorreos».
Durante este tiempo inicia una columna de crítica y apreciación musical en los diarios El Sol y El Heraldo, la cual escribía con el seudónimo de «Juan Sebastián».
En 1946, ya retirado del servicio diplomático, se residencia en Estados Unidos donde permanece hasta 1950.
Entre 1954 y 1964 se desempeñó como profesor de Apreciación Musical en la Universidad Central de Venezuela, y como crítico musical del diario El Nacional.
En 1958, recibió el Premio Municipal de Literatura por su libro La ciudad y su música.