Jorge Piqueras

[6]​ Piqueras Cotolí viajó a Sevilla con su familia para supervisar la construcción del Pabellón, que también alberga numerosas esculturas de su autoría.

[9]​ Luego viajó a Florencia, Italia, donde conoció y se casó con Grati Baroni, natural de esa ciudad.

En 1952, Piqueras empezó un intenso periodo de pintura geométrica que continuaría durante siete años.

En 1953 fue seleccionado como representante del Perú en la II Bienal de Sao Paulo, Brasil, con trabajos escultóricos.

[10]​ Dos años después participó con obra pictórica en la Exposición Internacional de Arte en Valencia, Venezuela.

En 1960, participó en la XXX Biennale Internazionale di Venezia; su obra fue notada por Alain Jouffroy: "...Piqueras y Larraín, ambos muy interesantes por su sentido del misterio y el poder mágico de sus formas..."[13]​ Piqueras se mudó a París en 1961.

Siguió un intenso periodo de exposiciones en París y en toda Europa, así como en Nueva York.

[14]​ Piqueras fue invitado a participar en la exposición "Arte latinoamericano en Paris" en el Musée d'Art Moderne en 1962.

Cartier-Bresson posteriormente regalaría a Piqueras una copia de esta imagen, en agradecimiento por un gouache que éste le había obsequiado.

[16]​ Marcel Duchamp nominó a Piqueras para el Premio de la William and Noma Copley Foundation (Chicago, EEUU) en 1964; el premio le fue otorgado por un jurado que incluía a Roland Penrose, Roberto Matta, Marcel Duchamp, Herbert Read, Max Ernst, Patrick Waldberg y William Copley.

Alain Jouffroy[18]​ En 1968, Piqueras concibió a la emblemática figura "Él",[19]​ que se convirtió en una presencia recurrente en su escultura.

Figuró prominentemente en su exposición individual de esculturas en Villeparisis, France (1973): Este personaje, que lucha en vano en una situación absurda, da una impresión de soledad, una soledad que podría ser llamada cósmica, en un mundo que sólo puede ser descrito con el vocabulario del desierto -de ningún modo un desierto sahariano ni tampoco polar, sino un desierto más bien lunar, sideral- un mundo completamente frío y por lo tanto extrañamente indiferente.

[...] "Interventi nella città" (Intervenciones en la ciudad)...ofrece oportunidades concretas de demoler las odiosas barreras entre público y Arte...para proponer un contacto directo con el artista sin intermediarios fastidiosos.

En Pietrasanta, en 1973, Piqueras convocó -junto a Alicia Penalba, Giuglio Lazotti, Gianni y Michele Benvenuti, y numerosos otros artistas- un homenaje a Salvador Allende, el Presidente chileno depuesto por el General Pinochet.

Phalle, Ernsty, Etienne-Martin, Honegger, Ipousteguy, Jacobsen, Magritte, Miro, Reinhoud, Schoffer, Soto y Tinguely.

[29]​ En ese mismo año, se mudó con su familia a Roma, Italia, donde residieron hasta 1998.

En el Palazzo Ducale de Maierà (Calabria, Italia), en 1996, Piqueras concibió y organizó la exhibición "Sogni pietrificati" (sueños petrificados).

Ésta incluyó instalaciones creadas por él con las piedras que habían sido recientemente excavadas para la construcción del cercano anfiteatro de M'ara.

A manera de “encuentros”, invitó varios escultores amigos -Iginio Balderi, Eli Benveniste, Alfio Mongelli, Joaquín Roca Rey y Jorgen Haugen Sorensen- para que dispusieran sus obras entre las instalaciones.

Creó un objeto con base de metal pintada en rojo Ferrari, que llevaba una rueda realizada en bambú en el estilo usado tradicionalmente en el Perú para construir “castillos” de fuegos artificiales para las grandes celebraciones.