Al mismo tiempo inicia su colaboración profesional con el escritor y cuentista de Oiartzun Pello Añorga.
[2] Colabora con diversas editoriales vascas y extranjeras (Adinkra, Aizkorri, Alfaguara, Baula, Bromera, Destino, Edebé, Elkarlanean, Everest, Kösel, Kumon, La Galera, Pamiela, SM, Susaeta, etc.), no solo como ilustrador , también como escritor de literatura infantil.
[5] La manera de colaborar con el autor varía, algunos saben lo que quieren desde el principio, otros dejan libertad al ilustrador.
Para Mitxelena lo más complicado es encontrar el registro adecuado a partir del texto que ha recibido, la manera de abordar el trabajo.
Cada registro necesita un tono particular desde el punto de vista del dibujo, y ese es el trabajo más arduo para el autor en algunos casos.
[6] Refiere como dificultad el proceso de entenderse con el autor o el editor, porque si tienen una idea muy fija algunas veces surgen malentendidos.