John L. Lewis

En 1906, fue elegido delegado a la convención nacional de los United Mine Workers (UMW).

En 1911, Samuel Gompers, jefe de la AFL, contrató a Lewis como un organizador sindical.

Después de trabajar como estadístico y vicepresidente para los UMW, Lewis se convirtió en el presidente interino en 1919.

El presidente Wilson obtuvo una orden jurídica para terminar la huelga, la que Lewis obedeció.

Lewis, dedicado a la cooperación entre obreros, la gestión, y el gobierno, tomó control íntimo de la unión.

Se habían gastado muchos fondos de los UMW, pero Lewis pudo mantener la unión y su posición adentro.

Sin embargo en 1932, mientras la Gran Depresión afectaba severamente a los mineros, apoyó en secreto al demócrata Franklin D. Roosevelt aunque oficialmente estuviera del lado de Hoover[cita requerida].

Durante todo ese tiempo, Lewis rechazaba el socialismo y apoyaba el capitalismo competitivo.

En las elecciones presidenciales de 1940, Lewis rompió con Roosevelt y apoyó el republicano Wendell Wilkie.

"[4]​[5]​ En 1941, se unió con Herbert Hoover, Alfred Landon, Charles Dawes, y otros conservadores notables en una petición al Congreso que detuviera la "entrada gradual a los Estados Unidos en la guerra no declarada" por Roosevelt.

En los años de posguerra, Lewis continuó su militancia; sus mineros fueron a la huelga anualmente.

En 1945 hasta 1950, dirigió huelgas que el presidente Truman denunció como amenazas a la seguridad nacional.

En respuesta, industrias, ferrocarriles, y propietarios rápidamente cambiaron de usar carbón a usar petróleo.

Lewis, aunque no comunista, se negó a permitir que sus oficiales tomaran la jura contra el comunismo; por eso los UMW fueron negados los derechos protegidos por el Consejo Nacional de Relaciones Laborales.

Sin embargo, la Mecanización eliminó muchos trabajos en la industria mientras persitieron las operaciones no sindicadas.

Lewis en una manifestación sindical en Shenandoah, Pennsilvania , reuniéndose con mineros.