Es recordado principalmente por diseñar el primer chasis con motor trasero en la Fórmula 1, lo que pocos años más tarde se convertiría en la habitual en esta categoría y en el resto de monoplazas de competición.
"¡Ciertamente no teníamos la sensación de que estábamos creando un avance científico!
[...] Pusimos el motor en la parte trasera [...] porque era lo más práctico", dijo Cooper.
Marcó su segunda vuelta a 144,8 millas por hora, lo suficientemente rápido para haberse situado en la tercera fila en la parrilla de la carrera anterior.
En unos pocos años, se completó la revolución iniciada por John Cooper en las carreras de ruedas descubiertas.
Siguió siendo jefe del negocio familiar de West Sussex (que tenía tiendas para Mini Cooper en East Preston y Honda en Ferring) hasta su muerte a los 77 años de edad en 2000.