John Banvard

El objetivo de estos era entretener al público mostrándole pinturas que no se podían imaginar ver.Para ello, escogió como tema el Río Misisipi -aquel que le vio madurar- y en 1842 se embarcó en una travesía en solitario de dos años por el río, subido a una pequeña canoa y con un baúl lleno de lápices y cuadernos en los que dibujó esbozos de todo lo que iba viendo a lo largo del viaje, desde Misuri hasta Nueva Orleans.Al acabar el trayecto, desembarcó en su pueblo y compró enormes rollos de lienzo (que previamente había unido) y pintó detalladamente su obra final: Gran Panorama móvil del Mississippi de Banvard (1846).Es considerada la mayor obra del neoyorkino y la que le lanzó a la fama.En cuanto al contenido de la obra, la pintura detalla con delicadeza la ribera oriental del río (no obstante, a partir de los numerosos plagios que tuvo la obra, Banvard decidió pintar la parte occidental del Misisipi).[2]​ Desde el punto de vista del espectáculo, no trataba solo de contemplar el panorama móvil (que consistía en desenrollar el lienzo a lo largo del escenario mediante un par de manivelas que se ocultaban detrás del telón), sino que mientras este se observaba, John Banvard narraba al público presente numerosas aventuras que había vivido en su trayecto poniendo énfasis en algunos puntos del relato.[2]​[3]​ Aunque se sabe que John Banvard viajó a ambos territorios y que documentó sus vivencias mediante pinturas, no se han conseguido datos ni información con respecto a la publicación de estas dos obras.
Imagen en la que se ilustra a John Banvard presentando su obra a la reina Victoria en el castillo de Windsor
Cartel de uno de los días que se presentaba la obra de Banvard el Amory Hall.
Ilustración que presenta el mecanismo de funcionamiento del panorama móvil.