El conde de Lippe, al nombrar a Böhn para servir en Portugal, lo describió como: "enérgico, valiente y disciplinario".
[2] En 1767 Böhn fue enviado a Brasil para reorganizar las tropas brasileñas, como ya había hecho el conde de Lippe con el ejército portugués.
Con la ayuda de los ingenieros militares, el mariscal Jaques Funk, el coronel José Custódio Faria y el capitán Francisco Róscio, Río se convirtió en una de las ciudades mejor protegidas del mundo.
En 1774 Böhn partió para Río Grande al mando del Ejército del Sur, con la misión de, desde bases en São José do Norte, Porto Alegre y Rio Pardo, expulsar a los españoles de Rio Grande do Sul, que ya dominaban la mitad de su territorio.
El hecho tuvo grandes repercusiones en Río de Janeiro, en todas las clases sociales.