Ella había atado un cubo lleno a ambos lados del palo de una escoba, y utilizaba el artilugio como si fueran pesas.
[4] Ya culturista profesional, pasó una prueba para trabajar en la revista de Mae West, en gira por el país.
Fue también extra cinematográfico, participando en películas como Los diez mandamientos y La vuelta al mundo en ochenta días,[5] ambas rodadas en 1956.
Sus innovaciones revolucionaron el deporte, facilitando que más personas pudieran ejercitarse con máquinas.
En 1977 lanzó el gimnasio World Gym en Santa Mónica (y después en Marina del Rey, California), el cual dirigió hasta el momento de su muerte.