Los disturbios universitarios de 1956 supusieron su cese como ministro y su alejamiento del poder, tras lo cual comenzó a distanciarse paulatinamente del régimen y a adoptar posiciones democratacristianas.
[2][3] Joaquín Ruiz-Giménez Cortés militó desde muy joven entre los estudiantes católicos, de cuya organización fue presidente.
Entre 1948 y 1951 desempeñó el cargo de embajador ante la Santa Sede, durante las negociaciones del Concordato (firmado finalmente en 1953).
A iniciativa de Ruiz-Giménez, el falangista Jorge Jordana Fuentes fue nombrado jefe nacional del Sindicato Español Universitario (SEU).
[17] Durante estos años defendió a opositores ante el Tribunal de Orden Público.
[23] En febrero de 1977, ya muerto Franco y en plena transición a la democracia, el partido fue legalizado por las autoridades.
Ese mismo año Izquierda Democrática se integró en la Federación de la Democracia Cristiana.
Sin embargo, contra todo pronóstico, la Federación de la Democracia Cristiana no obtuvo ningún diputado.
[27] Durante su mandato llegó a ser criticado por mantener una actitud sumisa respecto al gobierno de Felipe González.
Su archivo, compuesto fundamentalmente por correspondencia personal y oficial, conferencias, informes, fotografías, documentos personales y documentación relativa a sus etapas en UNICEF, como Defensor del Pueblo y otros cargos públicos, está depositado en la Biblioteca de la Universidad Carlos III de Madrid.