Jesús Rubio García-Mina
[3] A cuenta de los mismos, Rubio García-Mina pronunció su famoso «estudiantes, a estudiar», convertido en lema habitual del régimen contra cualquier agitación estudiantil.[3] En 1964 fue nombrado el primer presidente del recién establecido Tribunal de Defensa de la Competencia.[4][5] Dentro del régimen de Franco estuvo adscrito al sector falangista.Fue procurador en las Cortes franquistas (1943-1951; 1956-1962),[6] vocal y presidente del Real Patronato del Museo del Prado, consejero del Banco de España, vicepresidente del Patronato de Museos, miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación[7] y vicepresidente del Consejo Nacional de Educación.[1] Es autor de una Introducción al Derecho mercantil publicada en 1969.