En el año 1868, emigró con su hermano Urbano, a Argentina, donde trabajó en una librería y se cree que tuvo su primera oportunidad de interesarse y leer sobre magia.
También parece que es importante en su formación e interés por la magia, que en 1874, Fructuoso Canonge, reconocido mago español del siglo XIX, actuase en Buenos Aires.
En el año 1877, estuvo de gira por Argentina, Uruguay y Brasil, donde le llamaron «el taumaturgo catalán» y obtuvo un gran éxito.
En París conoció el Teatro Robert Houdin, del ilusionista francés, Jean Eugène Robert-Houdin, y lo tomó como modelo para abrir en 1894, el Teatro Salón Mágico, en La Rambla de Barcelona, en el que se realizaban espectáculos de magia.
Además, desde 1897, se empezaron a realizar proyecciones de cine, convirtiéndose en uno de los teatros pioneros en el uso del cinematógrafo en España.