La corte está reunida para proclamar a Raúl como el nuevo Señor de Flandes, pero Balduino aparece y se revela públicamente.
Joana lo busca en la cárcel, proponiéndole salvar su vida si confiesa en un documento que es un impostor y renuncia al trono de Flandes.
Al principio se niega; pensando en el destino de su otra hija, duda, pero finalmente no acepta.
Balduino entra con sus hombres; Se postra ante la hija muerta a quien pretendía salvar, porque la había perdonado.
En ese momento, Raúl exclama: "No puedes salvarla o castigarla, eres soberano y padre".