[2] Se le conocen expediciones al Levante, Flandes o Sicilia.
Finalmente, Joan huyó a Pera (Gálata) ante la acogida poco favorable de la corte.
Rocafort volvió a presentar sus quejas ante los consellers y se dirigió al encuentro del rey que lo confirmó de nuevo en el cargo.
Por aquellas fechas debió hacer frente a otra amenaza para su cargo.
Los genoveses designaron un cónsul para los catalanes y otros cónsules del rey en Pera, lo que entraba en competencia directa con el oficio de Joan de la Via, cuya jurisdicción se extendía también sobre ese asentamiento.